Si te gusta hacer pan en casa, no podrás resistirte a la tentación de hacer bizcohos, magdalenas o, como es el caso que no ocupa, croissants.
El origen de este tipo de bollería está en Austria, aunque por su nombre francés, podríamos pensar que fueron los galos los que lo inventaron.
El cruasán recibe nombres muy diversos en las distintas partes del mundo: cuernitos, vikingos, cachitos, cangrejos; según la Wikipedia, la etimología de la palabra deriva del francés creciente y hace referencia al cuarto creciente de la luna. Ver historias y leyendas .
Este tipo de bollería es muy alta en calorías. Suele rellenarse de algún tipo de crema o mermelada que la convierte en un verdadero explosivo para tu cuerpo, por lo que es mejor tomarla a primera hora de la mañana en el desayuno para que el impacto en nuestro peso no sea excesivo, ya que podremos quemarlo a lo largo del día.
Una buena idea es preparar en el fin de semana unos cruasanes para la familia. A los más peques les encantan.
Ingredientes:
No necesitamos, como hemos dicho, ningún ingrediente rebuscado. Es muy probable que casi todo lo tengamos en casa: harina, leche,sal, azúcar y huevos. Si acaso, deberemos comprar levadura.Cómo hacer cruasanes en casa: la receta.
Empezamos tamizando la harina en el bol en el que vamos a preparar la masa. Es muy importante que la harina esté suelta y no apelmazada. Añade la mantequilla (55g), la sal , el azúcar y la levadura y mezcla todos los ingredientes. Hacemos un hueco ene el centro y añadimos la leche. Amasamos y seguimos añadiendo leche hasta que obtengamos una textura blanda.Colocamos la masa en una superficie plana que previamente hemos enharinado. Amasamos durante unos minutos. Si tienes una panificadora eléctrica, este paso lo puedes hacer con el programa de amasar (que también suele incluir la fermentación y el tiempo necesario para que la masa suba.) Una vez que has terminado de amasar a mano (5 minutos), coloca la masa en un cuenco que previamente has untado con aceite. Coloca el cuenco con la masa en un lugar templado para que la masa suba más fácilmente. Si hace mucho fríao en la cocina el proceso se va a ralentizar mucho.
Aplasta la masa sobre la superficie de trabajo (espolvoreada con harina) y extiéndela hasta formar un rectángulo de unos 35 cm x 18 cm. Aplasta el resto de la mantequilla sobre la masa. Debe tener unos 2 cm de grosor. Nos vamos al lado corto del rectángulo que tengamos más cerca de nosotros y cubrimos 2/3 de rectángulo con la mantequilla. Doblamos el tercio de masa que no tiene mantequilla sobre el centro. hacemos lo mismo con el tercio de msaa que está más cerca de nosotros (tienen mantequilla). Sellamos los extremos con el rodillo de amasar. Nos ha quedado un paquete plegado.
Damos un cuarto de vuelta a la masa, de forma que el lado doblado quede a la izquierda. Vuelve a extenderla en forma de rectángulo, luego dobla el tercio inferior hacia arriba y el superior hacia abajo y sella otra vez los extremos. Envuelve la masa en papel y enfríala en la nevera (durante 20 minutos). No queremos que la mantequilla se derrita. Sacamos la masa de la nevera y repetimos el proceso de doblado y enfriado un par de veces más. Esto es lo que le dará a la masa el aspecto hojaldrado tan característico de los cruasanes.
Extendemos la masa sobre una superficie espolvoreada y formamos un rectángulo de 55 x 35 cms aproximadamente y lo cortamos en 12 triángulos iguales. Extendemos cada triángulo y lo empezamos a enrollar por el lado más largo, como si fuera un cilindro. Doblamos los extremos hacia el centro (para formar la media luna).
Ya solo nos queda colocarlos sobre la placa de hornear y darle unas pinceladas con el huevo batido. Ponemos el horno a 220ºC y los horneamos de 15 a 20 minutos.
Esta receta es interesante porque utilizas ingredientes naturales, a diferencia de lo que ocurre con muchos de los cruasanes que puedes encontrar en todo tipo de establecimientos.